Explicación de los fundamentos del Internet de las Cosas

Hay mucho revuelo en torno al Internet de las Cosas o IoT. En este artículo, aprenderás todo sobre los fundamentos de esta tecnología que cambia el juego.

 

Objetivos de aprendizaje

En este artículo conoceras:

  • Cómo definir el "Internet de los objetos

  • Los 3 pilares de cualquier solución IoT

  • Los factores cruciales del éxito en IoT

Portada del libro: los fundamentos de la IO explicados
 

Pocos términos han creado tanto revuelo, intriga y a veces incluso confusión como "Internet de las cosas" o IoT. Las tentadoras visiones de ciudades inteligentes, hogares interconectados y dispositivos que hablan entre sí parecen sacadas directamente de una novela de ciencia ficción, pero se están convirtiendo rápidamente en nuestra realidad.

Pero en medio de todos los titulares y el bombo publicitario, ¿comprendemos realmente los principios fundamentales que hacen funcionar la IO? ¿Qué hay bajo la superficie de esta revolucionaria ola tecnológica? Si te has encontrado asintiendo en conversaciones sobre la IO sin comprender plenamente su esencia, no eres el único. Sumérgete en este artículo mientras desmitificamos el núcleo de IoT, desvelando qué es realmente, cómo funciona y por qué promete redefinir nuestra relación con la tecnología.

Definición de Internet de las Cosas

¿Alguna vez te has parado a reflexionar sobre el término "Internet de las Cosas"? Suena casi místico, ¿verdad? Todos conocemos la inmensidad de Internet. Si lo unimos al ambiguo término "cosas", todo puede parecer un poco vago. Pero si lo desglosamos, IoT consiste simplemente en conectar objetos físicos a la infraestructura digital.

Un dispositivo IoT es una pieza de hardware que puede transferir datos a través de una red. Desde este punto de vista no es tan diferente de tu smartphone. Dispositivos como sensores, actuadores y routers transmiten datos y realizan acciones. Estos aparatos son los que hacen que los objetos "hablen" y "actúen" en nuestro mundo futurista e interconectado.

Cuando hablamos de una solución IoT, hay 3 componentes cruciales:

  1. Hardware - Es la parte tangible, el dispositivo real, que detecta y recoge información del entorno.

  2. Conectividad - El puente o mensajero. Es el canal que garantiza que las observaciones y los datos del dispositivo lleguen de forma segura a un destino concreto.

  3. Software - Es donde llegan todos los datos, se procesan y se deciden las acciones significativas. Convierte los datos brutos en ideas o acciones que podemos comprender y utilizar.

En esencia, para que nuestro mundo "inteligente" funcione sin problemas, estos tres componentes deben trabajar juntos en armonía.

  1. Internet de las cosas - Hardware

El hardware es el corazón de tu solución IoT. Con una plétora de dispositivos disponibles, es fácil sentirse como un niño en una tienda de caramelos. Sin embargo, es esencial resistir el impulso de coger impulsivamente el objeto más brillante.

La selección del hardware es crucial para el éxito del IoT

Invertir tiempo en el proceso de selección es primordial, ya que te ahorrará mucho tiempo más adelante. No son tus ordenadores de sobremesa, que pueden sustituirse rápidamente a la primera señal de un contratiempo. Estos dispositivos tienen que ser resistentes y fiables. Hemos observado que los dispositivos de calidad superior no sólo duran más, sino que también agilizan la fase de desarrollo. La elección correcta del hardware puede ser la diferencia entre una navegación tranquila y un viaje tumultuoso en tus esfuerzos de IoT.

Elige calidad en lugar de cantidad

Sin embargo, no te equivoques pensando que el dispositivo con más funciones es siempre el más adecuado. Ten en cuenta la función y el entorno específicos en los que funcionará tu dispositivo. Por ejemplo, un dispositivo diseñado para controlar la temperatura de una acogedora sala de reuniones tiene una descripción de tareas muy diferente a la de uno encargado de enfrentarse a los elementos en una granja azotada por el viento. Adapta tus opciones de hardware no por el número de funcionalidades que ofrecen, sino por su relevancia para la tarea en cuestión. Se trata de encontrar el equilibrio adecuado, asegurándote de que el dispositivo responde a los retos de su función sin complicar demasiado las cosas.

2. Internet de los objetos - Conectividad

Al definir IoT, establecimos la necesidad de transferir datos a través de una red. Profundicemos un poco más en estas redes. Ya sea la omnipresente Wi-Fi, el práctico Bluetooth o la vasta extensión de las redes celulares, cada una tiene su propio conjunto de puntos fuertes. Hablando de redes celulares, si alguna vez te has preguntado por la magia que hay detrás de las tecnologías 2G a 5G, aquí tienes una lectura perspicaz sobre cómo funcionan las redes móviles.

Pero recuerda que no se trata sólo del tipo de red, sino también de su alcance. Sin una buena cobertura, hasta el dispositivo IoT más sofisticado se queda mudo. ¿Tu objetivo es desplegar tus dispositivos por todo el mundo? Entonces asóciate con un proveedor de conectividad que garantice una cobertura amplia y fiable a precios asequibles. Cada pulso de datos importa, y elegir la red adecuada puede hacer o deshacer tus aspiraciones de IoT.

3. Internet de los objetos - Software

El software IoT es la parte de tu solución que da sentido a todos los datos recogidos por los dispositivos y enviados a través de la red. Cuando diseñes tu aplicación, asegúrate de que tu software es lo suficientemente hábil para procesar el diluvio de datos que enviarán. No sólo ahora que estás configurando las cosas, sino sobre todo en el futuro, cuando hayas desplegado dispositivos a escala.

Pero recuerda que más no siempre es mejor. ¿Tu aplicación necesita realmente mostrar información en tiempo real, o bastaría con intervalos periódicos? Optar por esto último puede facilitar el proceso de desarrollo, mejorar la duración de la batería del dispositivo y ofrecer una ruta más suave hacia la implantación en general.

Además, no cargues tú solo con todo el peso del desarrollo de software. Gigantes tecnológicos como Amazon (AWS) y Microsoft (Azure) han estado a la vanguardia de la innovación en la nube. Se han labrado un repertorio de funcionalidades que pueden reducir potencialmente el importante trabajo manual. En lugar de reinventar la rueda, explora sus ofertas. Podría ser el empujón que tu proyecto necesita, garantizando que tu software no sólo sea inteligente, sino también escalable y eficiente.

Sentar las bases adecuadas para tu solución IoT: reflexiones finales

Muchos obstáculos surgen cuando convergen nuestros tres pilares: hardware, conectividad y software. ¿Está fallando el dispositivo en la transmisión de datos, o está fallando la red? ¿Quizá un cortafuegos furtivo en el lado del software está entorpeciendo el trabajo? El quid de la cuestión suele estar en estos solapamientos, que requieren un escrutinio meticuloso.

Y luego está el aspecto de la seguridad, una piedra angular que debe incorporarse, no añadirse. La seguridad no es una ocurrencia tardía; es un principio de diseño fundamental. Ya sea en las resistentes fortificaciones del hardware o en los estrictos protocolos del software, salvaguardar tu solución IoT no es un "bonito detalle", sino un imperativo.

Aunque hemos profundizado en los cimientos del Internet de las Cosas, un componente fundamental sigue llamando nuestra atención: El propósito. Antes de sumergirte en la creación de una obra maestra del IoT, haz una pausa y reflexiona sobre el "por qué" que hay detrás. Que podamos conectarlo todo a Internet no significa que debamos hacerlo. Es fácil dejarse llevar por el encanto de los trucos tecnológicos: los consumidores, especialmente los primeros en adoptarlos, a menudo los encuentran irresistibles. ¿Pero las empresas? La relevancia debe ser la guía, no la mera novedad.